Últimamente, no me visitan las musas, será porque ando
tribulando por mi futuro ¿Funcionará esta línea de trabajo que queremos poner
en marcha y de la que sería responsable o volveré al desempleo? ¿Viviré en
Bilbao? ¿Me aceptará y viviré en Buenos Aires con María? ¿Cumpliré con las expectativas de este
proyecto? ¿Viajaré al sol del mediterráneo o me iré con Martina a conocer Rusia?¿Seré
capaz de trabajar y llevar a cabo proyectos que aporten a la sociedad?… tanta inquietud, tanto tráfago parece el sino
de este tiempo… y va para largo porque la crisis nos está dejando secuelas de
las que se va adquiriendo conciencia con el tiempo, todas tienen un denominador
común que es la incertidumbre. Queda lejos la complacencia y la sensación de
que las cosas funcionan, ya nadie puede negar las fuerzas que mueven el mundo,
las ambiciones que se ocultan detrás de los actos de
algunos hombres y algunas mujeres… no son las únicas fuerzas que mueven el
mundo, no debemos dejarnos arrastrar por el desaliento.