En un momento de la película de
Conan el Bárbaro (2ª vez que hago una referencia a esta película en el blog,
esto me lo voy a tener que mirar con algún profesional) el malo, un tipo que se transmutaba en
serpiente, le pregunta a Conan: ¿Sabes
cuál es el secreto del Acero? esta era la pregunta a la que Conan tenía que
responder a su Dios para entrar en el paraíso. Conan lo mira inmutable, el malo
continua hablando y le dice algo así como,
“te lo diré yo hijo mío, el secreto del acero es la mano que lo sostiene”. Vaya
por delante que cuando hablaban del acero se referían a unos espadones con los
que no dejaban títere con cabeza.
Sin entrar en detalles escabrosos
del filme, creo que con las Smart Cities
ocurre algo parecido. Hace poco, en unas jornadas de desarrollo local el
alcalde de un municipio se enorgullecía de que estaban llenando el municipio de
fibra óptica y que esto podía generar ventajas competitivas en cuanto a
atracción de inversiones y posibilidades de todo tipo para la ciudadanía. Sin
duda lo hará, pero me queda una duda
¿Qué es más importante el instrumento (el acero) o la persona que sabe manejarla
con capacidad y con presteza? No conozco las particularidades de este municipio
y estoy seguro de que esta apuesta es reflexionada y seria, que nadie piense
que estoy poniendo en entredicho la iniciativa porque, repito, no la conozco.
Pero hay un par de datos que
quiero traer a colación. El primero, enmarcado en un trabajo que estoy
haciendo, estoy analizando los datos de las personas beneficiarias de ayudas
sociales en el País Vasco, procedencia, edad, sexo… Se pueden establecer
diferentes categorías pero sólo se encuentra un elemento que comparten la gran
mayoría, este es, todos tienen un nivel de instrucción medio bajo o bajo. En
principio es un dato que no tiene relación directa con las Smart Cities, o sí, la
educación es el pilar del desarrollo personal, comunitario y local, una smart
city necesita de población preparada e
inquieta intelectualmente para poder exprimir las posibilidades que esa fibra
óptica pueden ofrecer, porque sino puede acabar subiendo fotos y regalando
“likes” en Facebook a diestro y siniestro y a una grandísima velocidad. El segundo dato que quiero rescatar es algo
que escuché en uno de los documentales que la BBC dedicó a los cambios que ha
generado Internet en nuestras vidas. Esta serie de documentales se llama “La
revolución Virtual” y como en todos los documentales de la BBC se preocupan
de hablar con los principales protagonistas de lo que están mostrando o
analizando, en este caso, de Internet. Os lo recomiendo encarecidamente son 4
documentales y hablan todo el tiempo con los creadores del propio Internet,
Facebook, Twiter, Amazon…. En uno de los documentales uno de sus protagonistas
decía que la mayoría de los inventos y descubrimientos de la historia nacen en
entornos urbanos, esto indica que a la figura del genio inspirado al que se le
ocurre una superidea cuando pasea por la campiña es bastante relativa. Si las
invenciones y el progreso surgen en este tipo de entornos, es por las posibilidades que ofrecen para intercambiar opiniones y la elevada capacidad que tienen para generar ámbitos de reflexión y conocimiento, Por ello uno de
los retos de las Smart Cities se ubica en la creación de estos espacios, en
este punto volvemos a la gestión del conocimiento en los territorios, desde mi
modo de ver, aspecto esencial de la inteligencia territorial.
Caricaturizando el tema, un tipo espabilado y
curioso con un teléfono móvil decente es capaz de generar nuevas y buenas ideas con el 3G frente a aquellos que no tienen ideas o capacidades, ya sea por desinterés o
porque sus condiciones de vida no les ha permitido desarrollarlas, con la mejor
red de acceso a Interntet de la tierra, esto, con todos los peros que puede
tener, me parece una premisa para la creación y desarrollo de cualquier Smart
City.
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DEL DESARROLLO LOCAL Y OTROS DEMONIOS
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