viernes, 26 de julio de 2013

De la dependencia al desarrollo


En este texto se exponen dos modelos ideales de organización, uno basado en la dependencia y otro basado en el desarrollo, después se analiza las posibilidades que cada uno tiene a la hora de progresar como proyecto empresarial.

El primero de los modelos, el basado en la dependencia, nos muestra una realidad en la que los resultados para la empresa de esta forma de funcionamiento son básicamente dos: por un lado, una organización en que lo importante no son los contenidos, sino las formas y por otro lado, una empresa que necesita saber – y que nunca realmente sabe – adónde va. Así sus movimientos son básicamente compulsivos y ansiosos.

Este modo de proceder provoca una eficiencia muy baja y no existe la posibilidad de un pensamiento que da sentido al momento en el que nos ubicamos, para que el momento tenga sentido es necesario que existan una serie de objetivos que nos ofrezcan la referencia de en que parte de nuestro camino nos situamos, esto genera una organización desorientada que entrega su voluntad a la clarividencia de los líderes y en la que no se pueden plantear líneas de trabajo desde otro ámbito. Por ello este tipo de organización tiende a:

·       acentuar la jerarquización,
·       favorecer la fragmentación,
·       conferir mayor importancia al “hacer” sobre el “saber” o sobre “saber hacer”,
·       reducir la “necesidad” de aprender,
·       intensificar los sentimientos de culpa frente a la responsabilidad madura,
·       inducir patológicamente a resultados y beneficios por encima de todo, y
·       desarrollar una suerte de “prepotencia” vacía que contribuye a que en el interior de la institución se disfrute de un reducto-placenta maternal que nos evita el dolor de la realidad.

Esto choca frontalmente con las dinámicas que ofrece el “mundo real” que tienen su propio sentido, este mundo real no son sino los clientes y a la sociedad.

Por otro lado nos encontramos con el modelo de desarrollo, este modelos se sustenta en dos variables, la responsabilidad y el aprendizaje permanente / intercomunicación.

La responsabilidad se relaciona con el cliente, por un lado el cliente externo como guía fiel que nos marca el camino hacia la calidad y hacia la excelencia, por otro lado nos enconramos con el cliente interno, al que si no tenemos como aliado difícilmente podremos llegar al cliente externo, ya que este es el responsable del correcto funcionamiento de la cadena productiva. Para este correcto funcionamiento, para que esta cadena esté engrasada, la comunicación interna se erige como el principal instrumento. Si esta comunicación existe y es fluida, el proceso de trabajo será la calidad y será coherente la consecución de un buen producto/servicio y por tanto, de un buen servicio al cliente.

Pasemos a comentar el segundo pilar, el aprendizaje permanente/intercomunicación. El aprendizaje permanente, es la actitud de aprender algo todos los días, no se trata de ejecutar sino de saber y de aprender para saber, para posteriormente saber hacer. Además es necesario que la empresa confiera de un sentido a su labor, este sentido ofrecerá pertenencia a sus miembros.

Una empresa que se basa en la responsabilidad de cara a los clientes y la mejora y aprendizaje permanente es una empresa que tiene una buena base cara a las posibles estímulos que proceden del exterior, es una empresa flexible ante los cambios, con capacidad de adaptación.   Responsabilidad, aprendizaje permanente e intercomunicación son las bases sobre las que ha de sustentarse cualquier organización. Desde estos 3 ámbitos se podrá generar  integración grupal y de la empresa, la flexibilidad operativa y el análisis permanente de la misma.

Por último veamos como se puede transitar de un modelo a otro, ¿cómo afrontar dinámicas negativas como la acción por encima de todo, tendencias a la jerarquización y a la fragmentación, autocomplacencia, pensamiento circular o cuasi-circular, resultados y sólo resultados? Cada organización ha de encontrar sus propios caminos y sus propias soluciones aunque existe un elemento que nos va a servir de referencia, este es el binomio cliente – calidad  como referencia que nos induce a la mejora.

La mejora empresarial pasa por la creación o participación activa en la competencia del mercado, llevada al interior de la organización y en las relaciones entre servicios y clientes, y también pasan necesariamente por conferir sentido a las organizaciones. Estas serán las bases que permitirán construir una empresa basada en la mejora y en la innovación.

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